El 52% de los usuarios que tienen una app tienen habilitada la funcionalidad de recibir notificaciones push, asegura la consultora Localytics, quienes además señalan que la tasa de apertura de estas notificaciones es de un 7% para campañas segmentadas y de un 3% para las genéricas.

La consultora de investigación Responsys muestra en uno de sus informes que más de la mitad de los consumidores fieles a una marca han descargado sus aplicaciones, de tal modo que las notificaciones push se convierten en un gran aliado para fidelizar a los clientes e impulsar las compras no planificadas.

Las estrategias pull parten del uso de aplicaciones en la que el usuario busca y decide qué y con qué contenido interactuar. La descarga de una app no es garantía de que se interactúe de forma regular con la marca, es en este punto clave donde las notificaciones emergen como una táctica push, dirigida a comunicar al usuario un mensaje determinado y provocar una respuesta.

Según indica el blog ‘marketing cloud’ de Oracle, el problema actual de las estrategias móviles es que las notificaciones push a menudo carecen de la experiencia personalizada que impulsa la participación del cliente en otros canales. En cambio, muchos marketers adoptan el enfoque expansivo con la mentalidad push, al igual que se hace con el correo electrónico: «Si los mensajes genéricos no funcionan en el correo electrónico, la mensajería genérica no funciona en notificaciones móviles push», señala Oracle.

Al igual que en email marketing, «es clave dosificar la frecuencia de comunicaciones», señala Localitycs, de tal modo que resula evidente la incomodidad que supondría tener continuamente en el móvil la aparición de notificaciones distintas. En retail, por ejemplo, las notificaciones push pueden ser utilizadas para enviar mensajes a usuarios que se hallan cerca de nuestra tienda. Tengamos en cuenta que la geolocalización es una de las principales ventajas del marketing móvil, asegura la consultora.