No todas las empresas pueden permitirse el lujo de disponer de departamentos de servicios al cliente. Por lo general, es un trabajo que se delega a las personas con menor responsabilidad en la empresa. Un error que puede salirle caro a la empresa.
Para entender el servicio al cliente hay que haber respondido una llamada al cliente o haber pasado un día entero respondiendo correos electrónicos. En este sentido, Michael Crassweller, Director de Spil Games, consultora de gamificación, recomienda una serie de actitudes a desempeñar ante la atención al cliente de cualquier persona en la escala laboral de toda empresa:
Comprueba tu nivel de ego
En las tareas comunes de atención al cliente no importa tu posición dentro de la empresa a la hora de prestar atención, lo que realmente importa es si puedes ayudarlos. Así que olvida tu ego para otras ocasiones.
Muévete en el anonimato
Cuando tratas con los clientes, tratas con personas. Si eres CEO de una empresa es mejor moverse en el anonimato. Esta no es una cuestión de ego, es una cuestión de formación de equipos. Estás en una empresa para ver lo que realmente está pasando con tus clientes, y seguramente no conseguirás una aproximación con esa persona si muestras un perfil de larga distancia.
Cualquier pregunta tiene un objetivo
Si usted es dueño de una empresa, o es el encargado de un producto, puede significar tener que contestar a las preguntas más comunes, y las más mundanas. Por lo general, los problemas más comunes son los que ofrecen una mayor perspectiva.
Antes de enfrentarte al cliente, investiga sobre él
Según Crassweller la exposición completa a la información del cliente, sus inquietudes y trayectoria, ofrecen una mayor empatía, y como resultado una venta.
Pasa un día completo con tus mejores clientes, y hazlo con regularidad
Como asegura Crassweller: «Pasé un día con nuestros clientes, por lo que ahora sé lo que quieren!». Lo que quieren tus clientes, sufre cambios constantemente. Si vas a desarrollar la evolución de un producto o servicio, necesitarás probablemente de su comprobación continua, para ver cuál es la realidad en su contexto. Frente a estas reuniones programadas, no te dejes distraer por otras tareas, llamadas o trabajos. Incluso si eres director general. Crasswell cree en este sentido que hay que dejar de lado los deberes normales para poder centrarse en la totalidad del cliente.