TCO (Total Cost of Ownership) o explicado en español, Coste Total de la Propiedad, fue diseñado para ayudar a los usuarios y gestores a determinar el coste total de la compra de un programa informático ante un modelo de negocio. En este desempeño, evita que ciertos vendedores traten de manipular el coste de la solución. Piensa que los riesgos y oportunidades en el desarrollo de un negocio no es una tarea sencilla de cuantificar. Frente a esta serie de inconvenientes plantea un cálculo y define tus costes.
TCO y el ROI (retorno de la inversión) suelen ir de la mano con el fin de evaluar adecuadamente los proyectos de la gestión de las relaciones con los clientes.
Piensa que si no prestas demasiada atención a los costes durante la vida de un proyecto CRM o ERP en relación a sus beneficios a largo plazo, puedes acabar perdiendo la perspectiva de tus objetivos. Pensemos por ejemplo en el valor de ‘la obsolescencia programada’, hace décadas comprar un coche resultaba un activo para toda la vida, hoy en día, cuando tenemos problemas con un coche que queda deteriorado con el paso del tiempo, en la mayoría de las ocasiones, es preferible cambiar de coche, ya que ante el coste de oportunidad, resulta más rentable cambiar hacia la innovación.
SAS, compañía líder de software de Business Analytics, asegura que la compra de una solución completa de un solo proveedor permite a los usuarios obtener un menor coste total de propiedad (TCO). Al evaluar las ofertas de los proveedores, es importante que las organizaciones hagan un cálculo basado en el mantenimiento y funcionamiento de una solución que sea escalable para el negocio.
IDC asegura al respecto que los responsables de marketing deben tener una visión de mercado, incluyendo la predicción del comportamiento de los clientes, la retención y la adquisición, lo que nos lleva a la idea del ansiado ROI (retorno de la inversión).