El oído de nuestro cliente puede ser un gran aliado a la hora de propiciar una agradable e interesante interacción con el mismo. En una llamada de teléfono, una visita, una compra en nuestro punto de venta.
Es muy importante que nuestra voz, posea una grata armonía, tono melódico, buena pronunciación, un volumen adecuado, a la hora de expresarnos; ya que así, nuestro interlocutor nos preste mayor atención y percibirá con una actitud positiva nuestro mensaje.
Es clave a la hora de comunicar al cliente, mencionar su nombre y así activamos las zonas asociadas con el afecto positivo del cerebro. Pues dicen, que se trata del “sonido más dulce al oído humano”. Y qué decir tiene el utilizar la música, en la medida de lo posible, para enriquecer la experiencia de nuestro cliente. Pues la música posee una serie de consecuencias:
– Une a las personas, crea lazos sociales, comunica mensajes.
– Desata emociones. Genera actividad emocional. Ayuda a reconocer las emociones.
– Cambia el estado de ánimo, la estructura de las emociones, el universo emocional.
– Afecta a la memoria, movimientos, emociones. «No existe ninguna parte del cuerpo que se vea afectada por la música (Sensaciones corporales)».
¿No crees que sea una magnífica herramienta para construir relaciones con tus clientes, y así poder rentabilizar las mismas?
Expertos sobre el tema opinan que sí. Pues con la música, puedes generar vínculos emocionales, donde tu cliente vive una experiencia memorable y única. Probablemente, puedas generar una venta, que repita la compra de nuestros productos y/o servicios en el futuro, conseguir recomendaciones, algo muy interesante hoy día, pues compramos apoyándonos en la opinión de los demás (de amigos, conocidos, e incluyo influenciadores).
