Un grupo de investigadores de la ‘Carnegie Mellon University‘ cree que el sistema de publicidad de Google toma decisiones preocupantes en muchos casos sobre los datos de género y otras características personales.
Ya es bien conocido cómo Google y otras compañías rastrean nuestros movimientos alrededor de la Web con el fin de apuntar con anuncios segmentados por perfil de usuario ¿Cómo funciona exactamente esa información? El trabajo de investigación presentado la semana pasada sugiere que algunos de los juicios algorítmicos que emergen del sistema de anuncios de Google podría estar invadiendo la privacidad de muchas personas de manera desagradable.
«Resulta problemático que Google carezca de normas claras para cuando los anunciantes puedan orientar a los usuarios sobre la base de una información sensible que de lugar a confusiones», añade el artículo de la revista Wired, titulado ‘Google’s Ad System Has Become Too Big to Control‘.
La publicidad de Google y la privacidad de información sensible
Los investigadores de la Universidad Carnegie Mellon y el Instituto Internacional de Ciencias de la Computación construyeron una herramienta llamada AdFisher para sondear la orientación de los anuncios servidos por Google en los sitios web de terceros. Se encontraron con que Google mostraba a los usuarios varones que buscaban trabajo ofertas de empleo con salarios superiores que las que muestra a las mujeres.
Google es una de las más avanzadas plataformas de búsqueda y publicidad en Internet, lo de tal modo que permite a los anunciantes dirigir sus anuncios orientados al género. Eso significa que es posible que un anunciante promocione empleos bien remunerados para apuntar directamente a los hombres. Sin embargo, «el algoritmo de Google también puede haber determinado que los hombres son más relevantes para el puesto y tomó la decisión por su cuenta», asegura la revista Wired.
Ali Lange, analista politica de privacidad del consumidor, se lamenta de la utilización de información sensible en la búsqueda de oportunidades para vendernos productos o servicios. Y es que el estudio también refleja que Google muestra publicidad sobre centros de rehabilitación a usuarios que han visitado contenidos de abusos de drogas, o a personas que han visitado páginas de discapacidades físicas les muestran productos para discapacitados.
Michael Tschantz defiende la publicidad de Google argumentando que los usuarios pueden enseñar al buscador a actuar de forma discriminatoria. En este caso si los hombres de forma predominante se interesan por esos anuncios de empleos mejor pagados, la máquina aprenderá a mostrar esos anuncios a usuarios masculinos incorporándolos en sus algoritmos de Google Adsense.
Tras la publicación de ese artículo sobre la discrminación de la publicidad de Google, la compañía ha respondido con un comunicado en el que se defiende de la siguiente manera: «Los anunciantes pueden seleccionar a qué audiencia se quieren alcanzar, y tenemos políticas que guían el tipo de anuncios permitidos basados en intereses. Proporcionamos la transparencia para los usuarios con ¿Por qué estas notificaciones de aviso? y Ajustes de anuncios, así como la posibilidad de inhabilitar los anuncios basados en intereses».